Los tentáculos de la mafia italiana en España
Cuentan que el origen de la mafia es español. Osso, Mastrosso y Carcagnosso eran tres hermanos toledanos, caballeros en la época medieval y miembros de La Garduña, una legendaria sociedad criminal secreta. Tras asesinar al hombre que había violado a su hermana, los tres acabaron en la isla siciliana de Favignana mientras huían de la justicia, aunque otra versión de la historia afirma que en realidad fueron encerrados allí en una prisión durante 29 años, 11 meses y 29 días por su crimen.
Sea como fuere, en ese momento se reunieron para idear las reglas de lo que llamaron la “Honorable Sociedad”, y tomaron caminos separados. Osso se trasladó a Sicilia, y fundó allí la Cosa Nostra. Mastrosso llegó a Calabria, donde creó la ‘Ndrangheta. Y Carcagnosso se instaló en Campania, donde instauró la Camorra. Habían nacido las tres grandes mafias italianas, a las que mucho tiempo después se le uniría una cuarta: la Sacra Corona Unita, instalada en la región de Apulia.
Desde hace décadas los mafiosos italianos han recurrido a este mito para construir un pasado que les legitime y les aleje de ser criminales comunes. Pero más allá de leyendas que carecen de ningún fundamento histórico, lo cierto es que los expertos siempre han relacionado estrechamente a las mafias italianas con nuestro país. Unas organizaciones criminales que dejaron de ser hace mucho tiempo un problema únicamente en su país de origen para convertirse en fenómeno global.
La más joven y la más pequeña de las cuatro, fue fundada en Apulia en 1981
Y también están aquí. Fuentes policiales consultadas por este periódico han confirmado que comenzaron a asentarse en España hace más de 40 años y han extendido sus tentáculos por todo el territorio. Aunque destacan dos puntos donde su actividad es especialmente notable: Cataluña y la Costa del Sol.
Las mismas fuentes apuntan que, de las cuatro grandes organizaciones criminales italianas, la más activa a día de hoy en España es la ‘Ndrangheta, especializada en el tráfico de drogas y el blanqueo de capitales. Algo lógico, teniendo en cuenta que es considerada la amenaza número uno a nivel global y la mafia más rica y poderosa del mundo. En cuanto al resto, la Camorra tiene también un gran historial criminal en nuestro país. Mientras que la Cosa Nostra y la Sacra Corona Unita, aunque se tienen igualmente “controladas”, no son tan activas aquí.
Las ventajas de España para los mafiosos
De España les atraen varias cosas: su situación estratégica como puerta de entrada a Europa, las conexiones con todo el mundo y la facilidad que tienen para adaptarse. Al fin y al cabo, nuestro idioma es muy parecido al suyo, tenemos buen clima y una forma de ser bastante similar a la italiana. Así que cuando llegan aquí y se cambian de identidad pueden pasar desapercibidos sin problema. Y todo eso sin necesidad de alejarse mucho de su país natal, donde todas las mafias siguen teniendo su centro neurálgico.
“Las mafias italianas tienen una fuerte presencia en España. Es un lugar donde invierten dinero, blanquean capitales, cierran tratos con intermediarioslatinoamericanos y también donde se esconden cuando quieren huir. Y recientemente supimos que están utilizando allí técnicas de phishing“, explica Antonio Nicaso, profesor en la Universidad de Queen (Canadá) y autor de numerosos libros sobre el crimen organizado italiano, algunos de ellos escritos junto al fiscal antimafia más importante de Italia en la actualidad, Nicola Gratteri.
Sin embargo, no han conseguido exportar a España algunas de sus señas de identidad en Italia. Aquí solo utilizan la violencia como último recurso y únicamente cuando es estrictamente necesario, porque han aprendido que hace demasiado ruido y eso, claro, no les conviene. Y tampoco han logrado infiltrarse en las instituciones de la manera en la que lo han hecho en su país de origen, tal y cómo confirman fuentes policiales.
El propio Nicaso detalla que los mafiosos vigilan especialmente los puertos de Galicia y Barcelona, que suponen dos puntos clave para sus operaciones de narcotráfico. En la misma línea apunta Antonio Coss, criminólogo mexicano que ha pasado los últimos cinco años investigando a la mafia calabresa, que añade a la lista el puerto de Cádiz, por donde entra el hachís desde Marruecos. “Sabemos que para ellos también son muy importantes Ibiza, Cubelles, Madrid, Málaga, Torremolinos, Valencia y las islas Baleares“, afirma Coss, que explica que algunas investigaciones apuntan a que en su día la ‘Ndrangheta tuvo incluso contactos con ETA.
En los últimos dos años la Policía española ha asestado duros golpes a la ramificación española de la mafia calabresa, que sirven también como ejemplo del papel tan importante que juega nuestro país actualmente para ellos. En 2021 detuvieron en Madrid a Domenico Paviglianiti, uno de los máximos caposde la ‘Ndrangheta que se había fugado después de ser condenado a 30 años de prisión. Se le acusa de tráfico de drogas y armas y del asesinato de un hombre.
Poco más de un año después fue arrestado en Fuengirola Mario Palamara, que llevaba siete años prófugo de la justicia italiana y tenía en vigor cuatro Órdenes Europeas de Detención y Extradición por tráfico de drogas con agravante de actividades mafiosas, blanqueo de capitales, corrupción y falsificación de documentos. Además, gestionaba personalmente la importación de cocaína desde Sudamérica y participaba en la preparación de los envíos a Europa, que se hacían mayormente por mar.
Actividad en Cataluña
“Los mafiosos italianos comenzaron a llegar a Cataluña a finales de los años 70, cuando tenían sangrientas guerras abiertas en sus respectivos territorios. En esta zona los miembros de la Camorra siempre han sido los más numerosos y fieles, pero desde mediados de los 90 comenzó a hacerse evidente la presencia de la ‘Ndrangheta, cuya implantación ha ido en aumento en estos últimos años. Y a eso hay que añadirle la presencia de la Cosa Nostra, de la Sacra Corona Unita y de afiliados a las mafias romanas”, asegura Joan Queralt, periodista y experto en crimen organizado.
Según explica, los clanes mafiosos italianos se han repartido prácticamente por toda la geografía catalana. Aunque Barcelona y su área metropolitana (Sitges, Pineda de Mar, Copons, L’Hospitalet, Cubelles, Caldes de Montbui…) son los lugares donde tienen mayor presencia.
“La cercanía entre Cataluña e Italia permite una especie de puente entre los dos, donde la comunicación es fluida. Pero además en los inicios había una serie de aspectos técnicos y logísticos que les eran favorables aquí: un litoral de costas, desconocimiento del fenómeno criminal por parte de las autoridades, tibieza de las legislaciones y del sistema judicial y penitenciario, cercanía de paraísos como Andorra, frontera con Francia y lugar de paso para las exportaciones a Europa… Muchas de esas condiciones, pese a que han cambiado, siguen manteniéndose. Y ese puente se sigue cruzándose cada día en ambas direcciones“, resume Queralt.
El periodista señala que en Cataluña las actividades principales de los mafiosos italianos se pueden resumir en el tráfico de drogas y el blanqueo de capitales. Pero esto último está asociado a múltiples actividades ilegales más. Porque suelen utilizar negocios de todo tipo para ocultar su verdadera condición.
“Tienen comercios de alimentación, empresas de energías renovables y de importaciones y exportaciones y establecimientos como bares, cafeterías o restaurantes, que les permiten además legitimar la presencia de sus colaboradores en España con contratos laborales, fijos o discontinuos. En las zonas turísticas catalanas, desde finales de los años setenta, las inversiones de las mafias italianas han sido constantes. Y lo mismo sucede en las Baleares, donde las inversiones y el blanqueo de los clanes napolitanos siguen siendo muy importantes, por ejemplo en Ibiza”, asegura Queralt.
Tal y cómo detalla, suelen constituir empresas (por lo general sociedades limitadas), al frente de las cuales sitúan a un administrador local, que en ocasiones llegan a encargarse de decenas e incluso centenares de pequeñas empresas, generalmente con el objeto social de “importación, exportación, comercialización y distribución” de todo tipo de productos o servicios: desde electrodomésticos a ropa, joyas o coches. Unas empresas en las que colocan a sus propios familiares en los cargos directivos.
Lo cierto es que las muestras del músculo económico de los mafiosos italianos que operan en tierras catalanas son ilimitadas. Queralt recuerda bien varios casos. En 2009 a la rama española del clan Contini se le incautaron bienes por valor de unos 10 millones de euros. Salvatore Zazo, nada más llegar a Barcelona, se distrajo comprando tres discotecas. Y luego hoteles y centros comerciales. A Raffaele Amato se incautaron bienes por valor de 20 millones de euros, entre cuentas corrientes, terrenos, sociedades y actividades. Y al clan Polverino, que lleva años presente en Málaga y Barcelona, se le estimaban ganancias por valor de 40 millones de euros netos al año procedentes del narcotráfico.
Queralt relata cómo en Cataluña ha habido mafiosos de todos los perfiles. Y pone como ejemplo a varios dirigentes de la Camorra. Como Raffaele Amato, que acudía con frecuencia a los casinos de Barcelona. En cambio, Pasquale Pirolo fue casi un fantasma, pasando desapercibido durante décadas. Todo lo contrario que Patrizio Bosti, que se presentaba en cenas multitudinarias y carísimas para exhibir sus grandes lujos. Sin embargo, todos comparten dos reglas básicas: siempre se mueven con importantes medidas de seguridad y reducen las relaciones con los autóctonos a lo imprescindible.
Pero merece la pena pararse un momento en Raffaele Amato. Porque, como explica Queralt, aunque no fue el mayor representante del mundo criminal italiano que pasó por Cataluña -hay visitas registradas de Mateo Messina Denaro y de Antonio Bardellino, dos líderes históricos de la mafia siciliana y napolitana, respectivamente- sí tuvo una gran importancia. Y es que junto a su socio, Cesare Pagano, ambos estuvieron a punto de hacer estallar en Barcelona y otras regiones españolas una guerra entre clanes camorristas “insólita para la realidad local”. Una auténtica “guerra de mafias” que, en la que según Queralt, contemplaban incluso atentar contra Amato en espacios públicos.
“En el mapa nacional de la presencia mafiosa deben añadirse muchas regiones del territorio. Comenzando por las Baleares, las Canarias, Madrid, Galicia, el litoral valenciano y andaluz”, advierte Queralt. Pero hay una que, junto con Cataluña, resalta por encima del resto: la Costa del Sol. “Es una zona absolutamente clave. Los vínculos, el tráfico, los acuerdos de todo tipo, los negocios y las relaciones económicas entre Cataluña y la costa del Sol son constantes. Lo han sido siempre desde la llegada de los mafiosos”, concluye el periodista.
Actividad en la Costa del Sol
“Aquí las mafias italianas comenzaron a llegar en los años 60. Huían de la persecución que sufrían en Italia y veían España como un lugar ideal para ellos. Un retiro o un refugio”, explica el periodista Miguel Díaz. “Ahora ha cambiado, porque hay más grupos criminales que operan en esta zona. Pero en ese momento los italianos llamaban a la Costa del Sol la ‘Costa Nostra’. Sentían que ella suya impunemente”, añade.
Hace ya 14 años que Díaz publicó, junto con el ex diputado de Izquierda Unida Antonio Romero, el libro Costa Nostra. Las mafias en la Costa del Sol. Un relato en el que cuentan cómo los grupos italianos del crimen organizado se instalaron en esa zona y comenzaron a expandir sus tentáculos con el beneplácito del Gobierno español. Y también con la ayuda de personajes como Jesús Gil, cuya vinculación con las mafias italianas está más que probada y que trató desde el principio que invirtieran su dinero en Marbella.
“España estaba en plena dictadura y fuera de los círculos comerciales. Por eso necesitaba inversiones que apoyaran el desarrollismo. Las autoridades se entendieron con las mafias y llegaron a un pacto tácito para que pudieran instalarse aquí. Hay investigadores que han estudiado esos contactos y señalan entre otros a José Antonio Girón -que fue Ministro de Trabajo y procurador en las Cortes con Franco-. Dentro de ese acuerdo estaba implícito que podían refugiarse aquí, invertir y blanquear dinero, pero no podían utilizar la violencia ni derramar sangre”, sostiene Díaz.
Los primeros en llegar fueron los napolitanos de la Camorra y los sicilianos de la Cosa Nostra, aunque estos últimos no se llegaron a asentar tanto. Y posteriormente se le uniría la ‘Ndrangheta. Todos ellos cumplieron en líneas generales con el acuerdo, porque aunque hubo ajustes de cuentas “puntuales” Díaz explica que la violencia llegó a la Costa del Sol años más tarde, cuando comenzaron a instalarse en la zona grupos criminales de otros países “sin códigos ni estructura”.
“Tuvieron mucha presencia en puntos donde se produjo el boom del turismo. Primero invirtieron en el desarrollo del urbanismo y en restaurantes, sobre todo italianos. Y una vez se instalaron la Costa del Sol se convirtió en una zona estratégica y un centro de operaciones para ellos“, relata Díaz. Y añade: “Ahora las inversiones que tienen no son como las primeras que hicieron. Es una maraña financiera”.
Restaurantes, clubs de playa, hoteles, chiringuitos… Se mueven por la zona vestidos en traje y tienen muchísimos contactos. Después de la pandemia aprovecharon para rescatar muchos negocios locales y legales que estaban al borde de la quiebra y subsisten ahora gracias a los fondos del crimen organizado.
El epicentro de su actividad en la Costa del Sol es Marbella, pero de acuerdo con Díaz también se mueven por Málaga, Estepona, Fuengirola, o Benalmádena, y últimamente tienen “mucha actividad” en el Campo de Gibraltar. Y aunque son mucho más cerradas que las mafias de otros países a la hora de colaborar con gente que no es italiana, han aprendido a hacerlo.
“Marbella es una industria potente. Y tanto allí como en Puerto Banús pueden disfrutar del lujo. Les gustan las urbanizaciones de la periferia, como Sierra Blanca -una de las más exclusivas de la ciudad-, donde pueden tener privacidad. Si preguntas a los policías de aquí te dicen que no se privan de nada, les gusta ostentar. Tienen buenos coches, van a restaurantes caros y compran en los mejores comercios. Aquí pueden pasar fácilmente como hombres de negocios”, afirma Díaz.
Desde fuera, explica el periodista, mucha gente no se explica cómo no se ha actuado allí con más contundencia frente a las mafias. Pero la respuesta es fácil: generan riqueza. Dicho lo cual, Díaz asegura que se han producido “grandes avances” en los últimos años, donde se ha pasado de negar que las mafias italianas estuvieran allí y restarles importancia a elaborar informes de inteligencia que se han traducido en un goteo continuo de detenciones. Sin embargo, se muestra convencido de que aún “faltan medios”, y los mafiosos “siguen yendo por delante siempre” gracias a su poderío económico.
“En Marbella la gente no se es consciente de todo esto. Es como una realidad paralela, no se percibe esa sensación. Pero es una ciudad que se ha construido sobre los cimientos de dinero de origen ilícito que proviene del crimen organizado. Eso es lo que ha permitido que sea lo que es hoy a nivel económico y turístico y que genere mucho empleo”, sostiene Díaz.
El periodista es bastante crítico con el hecho de que la sociedad marbellí no se haya plantado contra esta situación: “La gente no pregunta, ni tampoco ha habido una contestación social. Ahora mismo la propia alcaldesa tiene familiares directos que han sido relacionados con el narcotráfico. Pero es como si todo formara parte del paisaje, como cuando vemos por aquí un Lamborghini o un Hummer. Esto es una ciudad de vacaciones para los criminales“.
Ventajas de la legislación española
Desde siempre una de las principales quejas de las autoridades italianas ha sido que en el resto de países la jurisdicción es demasiado laxa con las mafias. “Hace poco estuve hablando con unas compañeras que habían venido de Reggio Calabria -la cuna de la ‘Ndrangheta- y estaban muy sorprendidas de que aquí no le diéramos importancia a la mafia y no tuviéramos una figura jurídica similar al delito mafioso”, explica Yolanda Pardo, que lleva una década ejerciendo como jueza en la provincia de Barcelona y ha estudiado en profundidad el crimen organizado italiano.
Y es que en Italia, además del delito de asociación criminal que tienen la mayoría de países, también existe un delito específico para las sociedades criminales de tipo mafioso. “Es algo único en toda Europa y te diría que también a nivel mundial. Y las penas que pueden llegar incluso al ergastolo. Es decir, a la cadena perpetua”, explica Pardo.
El delito de asociación mafiosa puede aplicarse cuando tres o más personas se aprovechan de la fuerza de intimación, de la condición de sometimiento y de la llamada omertà para cometer delitos, obtener beneficios o ventajas injustas, inmiscuirse en las instituciones públicas o interferir en las elecciones.
Lo explica la jueza: “Intimidación implica infundir temor y dependencia psicológica. Conseguir que la gente haga cosas que de otra manera no haría. Si una asociación genera ese terror o miedo derivado de su propia existencia, y sus miembros ni siquiera necesitan amenazar o explotar su fama para conseguir algo, quiere decir que se ha convertido en una asociación de tipo mafiosa. Es vivir de las rentas del miedo”.
En cuanto a la omertà, se suele traducir como “la ley del silencio”. Una promesa de mantener la boca cerrada siempre a la que los mafiosos le dan una gran importancia, y que se extiende también a las personas que, aún sin formar parte de las organizaciones, prefieren callarse para no meterse en problemas. Pero Pardo asegura que va mucho más allá: “Es como un impermeable que se ponen. Pero implica un enfrentamiento y un desprecio absoluto al ordenamiento jurídico y a las instituciones estatales. Es una forma de entender la vida”.
Desde Italia, explica la jueza, llama la atención que en España “miremos para otro lado” ante el fenómeno del “capitalismo mafioso“. Y se quejan de que en muchas ocasiones las instituciones españolas retrasan mucho los procedimientos judiciales que involucran a la mafia. “Ahora no disparan, pero controlan más el sistema económico y algunas entidades bancarias que todo el mundo conoce. A lo mejor interesa mirar hacia otro lado en según qué corruptelas, y sobre todo en el blanqueo de capitales”, señala Pardo.
“Aquí un señor pensionista napolitano se va a Alicante y se compra un chalet de tres pisos y nadie pregunta nada. En Marbella es un escándalo. Y en Cataluña también. Sabemos que lo están haciendo. Los que más los persiguen y más éxito han tenido han sido la Guardia Civil. Pero todos te dicen que no hay medios suficientes“, concluye la jueza.
Las cuatro grandes mafias italianas
‘Ndrangheta La mafia calabresa, fundada en el siglo XIX, es a día de hoy la más poderosa y rica del mundo
Cosa Nostra Comenzó a operar en Sicilia en el siglo XIX, pero está bastante debilitada actualmente
Camorra Nació en Campania y aunque hay dudas con la fecha se la considera la más antigua y violenta
Sacra Corona Unita
Dicono che l’origine della mafia sia spagnola.
Osso, Mastrosso e Carcagnosso erano tre fratelli di Toledo, cavalieri nel medioevo e membri della Garduña, leggendaria società criminale segreta.
Dopo aver ucciso l’uomo che aveva violentato la sorella, i tre finirono sull’isola siciliana di Favignana mentre fuggivano dalla giustizia, anche se un’altra versione della storia sostiene che in realtà furono rinchiusi lì in prigione per 29 anni e 11 mesi. e 29 giorni per il suo crimine.
Comunque sia, a quel tempo si incontrarono per ideare le regole di quella che chiamarono la “Società Onorata”, e presero strade separate.
Osso si trasferì in Sicilia e lì fondò Cosa Nostra. Mastrosso arrivò in Calabria, dove creò la ‘Ndrangheta. E Carcagnosso si stabilì in Campania, dove fondò la Camorra.
Erano nate le tre grandi mafie italiane, alle quali una quarta si sarebbe unita molto più tardi: la Sacra Corona Unita, insediata in Puglia.
Per decenni i gangster italiani hanno fatto ricorso a questo mito per costruire un passato che li legittimasse e impedisse loro di essere criminali comuni.
Ma al di là delle leggende prive di qualsiasi fondamento storico, la verità è che gli esperti hanno sempre strettamente legato le mafie italiane al nostro Paese.
Alcune organizzazioni criminali che da tempo hanno smesso di rappresentare un problema solo nel Paese d’origine per diventare un fenomeno globale.
Il più giovane e il più piccolo dei quattro, nasce in Puglia nel 1981. E sono anche qui. Fonti di polizia consultate da questo giornale hanno confermato che hanno cominciato a stabilirsi in Spagna più di 40 anni fa e hanno diffuso i loro tentacoli in tutto il territorio. Anche se due punti risaltano dove la loro attività è particolarmente rilevante: la Catalogna e la Costa del Sol.
Le stesse fonti sottolineano che, delle quattro maggiori organizzazioni criminali italiane, la più attiva oggi in Spagna è la ‘Ndrangheta, specializzata nel traffico di droga e riciclaggio di denaro. Qualcosa di logico, considerando che è considerata la minaccia numero uno a livello globale e la mafia più ricca e potente del mondo. Del resto anche la camorra ha un grande precedenti penali nel nostro Paese. Mentre Cosa Nostra e Sacra Corona Unita, pur essendo ugualmente “controllate”, da noi non sono così attive.
I vantaggi della Spagna per i gangster
Sono attratti da diverse cose della Spagna: la sua situazione strategica come porta d’ingresso verso l’Europa, i suoi collegamenti con il mondo intero e la facilità con cui si adattano. Del resto la nostra lingua è molto simile alla vostra, abbiamo un buon clima e un modo di essere abbastanza simile all’italiano. Quindi, quando arrivano qui e cambiano identità, possono facilmente passare inosservati. E tutto questo senza doversi allontanare dal Paese natale, dove tutte le mafie hanno ancora il loro centro nevralgico.
“Le mafie italiane hanno una forte presenza in Spagna. È un luogo dove investono denaro, riciclano denaro, stringono affari con intermediari latinoamericani e anche dove si nascondono quando vogliono fuggire.
E recentemente abbiamo appreso che lì usano tecniche di phishing ,” spiega Antonio Nicaso, professore alla Queen’s University (Canada) e autore di numerosi libri sulla criminalità organizzata italiana, alcuni dei quali scritti insieme al più importante procuratore antimafia oggi italiano, Nicola Gratteri. Tuttavia, non sono riusciti a esportare in Spagna alcuni dei loro tratti distintivi in Italia. Qui ricorrono alla violenza solo come ultima risorsa e solo quando è strettamente necessaria, perché hanno imparato che fa troppo rumore e che, ovviamente, non gli fa bene.
E non sono riusciti a infiltrarsi nelle istituzioni come hanno fatto nel Paese d’origine, come confermato da fonti di polizia. Lo stesso Nicaso spiega che i gangster monitorano soprattutto i porti della Galizia e di Barcellona, che sono due punti chiave per le loro operazioni di traffico di droga. Sulla stessa linea Antonio Coss, criminologo messicano che ha indagato negli ultimi cinque anni sulla mafia calabrese, aggiungendo all’elenco il porto di Cadice, attraverso il quale entra l’hashish dal Marocco. “Sappiamo che per loro sono molto importanti anche Ibiza, Cubelles, Madrid, Malaga, Torremolinos, Valencia e le Isole Baleari”, spiega Coss, che spiega che alcune indagini suggeriscono che ai suoi tempi la ‘Ndrangheta avesse contatti anche con l’ETA.
Negli ultimi due anni la Polizia spagnola ha inferto duri colpi al ramo spagnolo della mafia calabrese, che costituiscono anche un esempio dell’importante ruolo che attualmente svolge per loro il nostro Paese. Nel 2021, Domenico Paviglianiti, uno dei massimi boss della ‘Ndrangheta fuggito dopo essere stato condannato a 30 anni di carcere, è stato arrestato a Madrid. È accusato di traffico di droga e di armi e dell’omicidio di un uomo.
Poco più di un anno dopo, a Fuengirola venne arrestato Mario Palamara, latitante da sette anni della giustizia italiana e dotato di quattro mandati di arresto europei ed estradizione per traffico di droga aggravato da attività mafiose, riciclaggio, corruzione e contraffazione. di documenti. Inoltre, gestì personalmente l’importazione di cocaina dal Sud America e partecipò alla preparazione delle spedizioni verso l’Europa, che avvenivano principalmente via mare.
Attività in Catalogna
“I mafiosi italiani iniziarono ad arrivare in Catalogna alla fine degli anni ’70, quando nei rispettivi territori vi erano guerre sanguinose aperte. In questa zona i camorristi sono sempre stati i più numerosi e fedeli, ma dalla metà degli anni ’90 esordisce “È diventata evidente la presenza della ‘Ndrangheta, la cui presenza è andata aumentando negli ultimi anni. A ciò si deve aggiungere la presenza di Cosa Nostra, della Sacra Corona Unita e degli affiliati alle mafie romane”, dice Joan Queralt , giornalista ed esperto di criminalità organizzata. Come spiega, i clan mafiosi italiani sono distribuiti praticamente in tutta la geografia catalana. Anche se Barcellona e la sua area metropolitana (Sitges, Pineda de Mar, Copons, L’Hospitalet, Cubelles, Caldes de Montbui…) sono i luoghi in cui sono più presenti. “La vicinanza tra Catalogna e Italia permette una sorta di ponte tra le due, dove la comunicazione è fluida. Ma anche all’inizio c’erano una serie di aspetti tecnici e logistici che qui erano loro favorevoli: la costa, l’ignoranza del fenomeno criminale da parte delle autorità, la tiepidezza della legislazione e del sistema giudiziario e carcerario, la vicinanza a paradisi come Andorra, il confine con la Francia e un punto di transito per le esportazioni verso l’Europa… Molte di queste condizioni, nonostante siano cambiate , continuano ad essere mantenuti. E quel ponte continua ad essere attraversato ogni giorno in entrambe le direzioni”, riassume Queralt.
Il giornalista sottolinea che in Catalogna le principali attività della mafia italiana si possono riassumere nel traffico di droga e nel riciclaggio di denaro. Ma quest’ultimo è associato a molteplici altre attività illegali. Perché spesso utilizzano commerci di ogni tipo per nascondere la loro vera condizione. “Dispongono di negozi di generi alimentari, di energie rinnovabili e di aziende e stabilimenti di importazione ed esportazione come bar, caffetterie o ristoranti, che permettono loro anche di legittimare la presenza dei propri collaboratori in Spagna con contratti di lavoro a tempo indeterminato o discontinuo. Nelle zone turistiche catalane, dal Dalla fine degli anni ’70, gli investimenti delle mafie italiane sono stati costanti. E lo stesso accade nelle Isole Baleari, dove gli investimenti e il riciclaggio dei clan napoletani continuano ad essere molto importanti, ad esempio a Ibiza”, assicura Queralt Tal y Come precisa, di solito costituiscono società (solitamente società per azioni), a capo delle quali pongono un amministratore locale, che a volte arriva a gestire decine e perfino centinaia di piccole società, generalmente con oggetto sociale di “importazione , esportazione, commercializzazione e distribuzione” di tutti i tipi di prodotti o servizi: dagli elettrodomestici all’abbigliamento, ai gioielli o alle automobili. Alcune aziende in cui collocano i propri parenti in posizioni dirigenziali. La verità è che il campione della forza economica dei mafiosi italiani che operano nelle terre catalane è illimitato. Queralt ricorda bene diversi casi. Nel 2009 alla filiale spagnola del clan Contini furono sequestrati beni per un valore di circa 10 milioni di euro. Salvatore Zazo, appena arrivato a Barcellona, si è distratto comprando tre discoteche. E poi alberghi e centri commerciali. A Raffaele Amato sono stati sequestrati beni per 20 milioni di euro, tra cui conti correnti, terreni, aziende e attività. E si stima che il clan Polverino, presente da anni a Malaga e Barcellona, guadagni 40 milioni di euro netti all’anno dal traffico di droga. Queralt racconta come in Catalogna ci siano stati gangster di tutti i profili. E porta come esempio alcuni leader camorristici. Come Raffaele Amato, che frequentava spesso i casinò di Barcellona. Pasquale Pirolo invece è stato quasi un fantasma, passato inosservato per decenni. Tutto il contrario di Patrizio Bosti, che partecipava a cene imponenti e costose per sfoggiare i suoi grandi lussi. Tutti condividono però due regole fondamentali: muoversi sempre con importanti misure di sicurezza e ridurre all’essenziale i rapporti con gli indigeni.
Attività sulla Costa del Sol
“Le mafie italiane iniziarono ad arrivare qui negli anni ’60. Fuggivano dalle persecuzioni subite in Italia e vedevano nella Spagna un luogo ideale per loro. Un ritiro o un rifugio”, spiega il giornalista Miguel Díaz. “Ora è cambiato, perché ci sono più gruppi criminali che operano in questa zona. Ma a quel tempo gli italiani chiamavano la Costa del Sol ‘Costa Nostra’. Sentivano che era loro impunemente”, aggiunge. Sono passati 14 anni da quando Díaz ha pubblicato, insieme all’ex deputato di Sinistra Unita Antonio Romero, il libro Costa Nostra. Le mafie della Costa del Sol. Una storia in cui si racconta come i gruppi della criminalità organizzata italiana si stabilirono in quella zona e iniziarono ad allargare i loro tentacoli con l’approvazione del governo spagnolo. E anche con l’aiuto di personaggi come Jesús Gil, il cui legame con le mafie italiane è più che dimostrato e che ha cercato fin dall’inizio di convincerle a investire i propri soldi a Marbella. “La Spagna era in piena dittatura e fuori dagli ambienti commerciali. Per questo aveva bisogno di investimenti per sostenere lo sviluppo. Le autorità andarono d’accordo con le mafie e raggiunsero un tacito patto affinché potessero stabilirsi qui. Ci sono ricercatori che hanno studiato questi contatti e sottolinea tra gli altri José Antonio Girón – che fu ministro del Lavoro e procuratore alle Cortes con Franco – In quell’accordo era implicito che qui potevano rifugiarsi, investire e riciclare denaro, ma non potevano usare la violenza o spargere sangue,” dice Diaz.
Ma vale la pena soffermarsi un attimo su Raffaele Amato. Perché, come spiega Queralt, pur non essendo stato il più grande rappresentante del mondo criminale italiano a passare per la Catalogna – sono registrate visite di Mateo Messina Denaro e Antonio Bardellino, due storici leader della mafia siciliana e napoletana, rispettivamente – aveva grande importanza. Ed è che insieme al suo socio, Cesare Pagano, entrambi stavano per scoppiare a Barcellona e in altre regioni spagnole una guerra tra clan chiassosi “insolita per la realtà locale”. Un’autentica “guerra di mafia” che, secondo Queralt, avrebbero contemplato anche di attaccare Amato negli spazi pubblici. “Molte regioni del territorio vanno aggiunte alla mappa nazionale della presenza mafiosa. A cominciare dalle Baleari, dalle Canarie, da Madrid, dalla Galizia, dalla costa valenciana e andalusa”, avverte Queralt.Ma ce n’è una che, insieme a La Catalogna, si distingue da tutte le altre: la Costa del Sol. “È una zona assolutamente fondamentale. I collegamenti, i traffici, gli accordi di ogni tipo, le relazioni commerciali ed economiche tra la Catalogna e la Costa del Sol sono costanti. Lo sono sempre stati dall’arrivo dei mafiosi”, conclude il giornalista. I primi ad arrivare furono i napoletani della camorra e i siciliani di Cosa Nostra, anche se questi ultimi non si accontentarono altrettanto. E poi a lui si unirà la ‘Ndrangheta. In termini generali, tutti hanno rispettato l’accordo, perché anche se ci sono stati aggiustamenti di conto “specifici”, spiega Díaz, la violenza è arrivata sulla Costa del Sol anni dopo, quando gruppi criminali di altri paesi hanno cominciato a insediarsi nella zona “senza codici o struttura”. “Erano molto presenti nei punti dove si è verificato il boom turistico. Prima hanno investito nello sviluppo dell’urbanistica e nella ristorazione, soprattutto italiana. E una volta insediatisi, la Costa del Sol è diventata una zona strategica e un centro operativo per loro”, dice Díaz. E aggiunge: “Adesso gli investimenti che hanno non sono come i primi che hanno fatto. È un groviglio finanziario”. Ristoranti, stabilimenti balneari, alberghi, bar sulla spiaggia… Si muovono nella zona vestiti in giacca e cravatta e hanno molti contatti. Dopo la pandemia, hanno colto l’occasione per salvare molte imprese locali e legali che erano sull’orlo del fallimento e che ora sopravvivono grazie ai fondi della criminalità organizzata.
L’epicentro della loro attività sulla Costa del Sol è Marbella, ma secondo Díaz si spostano anche da Málaga, Estepona, Fuengirola o Benalmádena, e ultimamente hanno “molta attività” a Campo de Gibilterra. E nonostante siano molto più chiuse delle mafie di altri Paesi quando si tratta di collaborare con persone che non sono italiane, hanno imparato a farlo. “Marbella è un’industria potente. E sia lì che a Puerto Banús possono godersi il lusso. A loro piacciono le urbanizzazioni in periferia, come la Sierra Blanca -una delle più esclusive della città-, dove possono avere privacy. Se chiedi “La polizia qui ti dice che non si privano di nulla, gli piace mettersi in mostra. Hanno buone macchine, frequentano ristoranti costosi e fanno acquisti nei migliori negozi. Qui possono facilmente passare per uomini d’affari”, dice Díaz . Dall’esterno, spiega il giornalista, molti non si spiegano come lì non abbiano agito con più forza contro le mafie. Ma la risposta è semplice: generano ricchezza. Detto questo, Díaz assicura che ci sono stati “grandi progressi” negli ultimi anni, quando si è passati dal negare l’esistenza delle mafie italiane e minimizzarne l’importanza alla preparazione di rapporti di intelligence che hanno portato a un continuo rivolo di arresti. È però convinto che “manchino ancora i mezzi” e che i mafiosi “andano sempre avanti” grazie al loro potere economico. “A Marbella la gente non è consapevole di tutto questo. È come una realtà parallela, quella sensazione non si percepisce. Ma è una città costruita sulle fondamenta del denaro di origine illecita proveniente dalla criminalità organizzata. Cioè ciò che gli ha permesso di essere quello che è oggi a livello economico e turistico e che genera molta occupazione”, afferma Díaz. La giornalista è piuttosto critica nei confronti del fatto che la società di Marbella non si sia opposta a questa situazione: “La gente non chiede, né c’è stata una risposta sociale. In questo momento la stessa sindaca ha parenti diretti che sono stati collegati al traffico di droga. Ma è come se fosse tutto parte del paesaggio, come quando vedi una Lamborghini o un Hummer da queste parti. Questa è una città di vacanza per criminali.
Vantaggi della legislazione spagnola
Da sempre una delle principali lamentele delle autorità italiane è che nel resto dei Paesi la giurisdizione è troppo permissiva nei confronti delle mafie. “Di recente ho parlato con alcuni colleghi venuti da Reggio Calabria -la culla della ‘Ndrangheta- e sono rimasti molto sorpresi che qui non diamo importanza alla mafia e non abbiamo una figura giuridica affine alla criminalità mafiosa” , spiega Yolanda Pardo, che da un decennio esercita la professione di giudice nella provincia di Barcellona e ha studiato approfonditamente la criminalità organizzata italiana.
Ed è che in Italia, oltre al reato di associazione per delinquere presente nella maggior parte dei paesi, esiste anche un reato specifico per le società criminali di tipo mafioso. “È qualcosa di unico in tutta Europa e vi direi che lo è anche a livello mondiale. E le pene che possono arrivare anche all’ergastolo. Cioè l’ergastolo”, spiega Pardo.
Il reato di associazione mafiosa può essere applicato quando tre o più persone si avvalgono della forza dell’intimidazione, della condizione di sottomissione e del richiamo all’omertà per commettere delitti, ottenere benefici o vantaggi ingiusti, interferire nelle istituzioni pubbliche o interferire nelle elezioni.
Lo spiega il giudice: “L’intimidazione implica instillare paura e dipendenza psicologica. Indurre le persone a fare cose che altrimenti non farebbero. Se un’associazione genera quel terrore o quella paura che derivano dalla propria esistenza, e i suoi membri non hanno nemmeno bisogno di minacciare o sfruttare la sua fama per ottenere qualcosa, significa che è diventata un’associazione di tipo mafioso. Vive del reddito della paura.”
Quanto all’omertà, viene solitamente tradotta con “la legge del silenzio”. Una promessa di tenere sempre la bocca chiusa a cui i mafiosi attribuiscono grande importanza, e che vale anche per le persone che, anche senza far parte delle organizzazioni, preferiscono tacere per non finire nei guai. Ma Pardo assicura che si va ben oltre: “È come un impermeabile che indossano. Ma implica un confronto e un disprezzo assoluto per il sistema legale e le istituzioni statali. È un modo di intendere la vita”.
Dall’Italia, spiega il giudice, colpisce che in Spagna “si guardi dall’altra parte” di fronte al fenomeno del “capitalismo mafioso”. E lamentano che in molte occasioni le istituzioni spagnole ritardano notevolmente i procedimenti giudiziari che coinvolgono la mafia. “Ora non sparano, ma controllano maggiormente il sistema economico e alcune entità bancarie che tutti conoscono. Forse è interessante guardare dall’altra parte a seconda di cosa si tratta di corruzione, e soprattutto di riciclaggio di denaro”, dice Pardo.
“Qui un pensionato napoletano va ad Alicante e compra una villa a tre piani e nessuno gli chiede niente. A Marbella è uno scandalo. E anche in Catalogna. Sappiamo che lo fanno. Quelli che più li perseguitano e hanno avuto di più successo Sono stati la Guardia Civil. Ma tutti ti dicono che non ci sono abbastanza mezzi “, conclude il giudice.
È altamente probabile che le tre mafie “italiane” (camorra, ‘ndrangheta, mafia) siano nate tutte e tre nel periodo spagnolo ed abbiano ottenuto, già in tale periodo, grazie alla particolare struttura statale imposta dal governo spagnolo, ampi poteri.
Esistono infatti documenti dell’epoca che attestano la presenza, a partire proprio dal dominio degli Asburgo di Spagna nell’Italia meridionale, la comparsa ed il radicamento d’associazioni segrete di criminali a Napoli, in Calabria ed in Sicilia.
Sin dal principio del secolo XVI si segnala nei mercati di Palermo l’attività d’una banda organizzata di criminali, dall’operato che oggigiorno si definirebbe “mafioso”.
Nei due secoli seguenti, sono frequenti nell’isola i riferimenti ad una simile organizzazione, presentata con un gran numero di nomi diversi (“mafia” è ottocentesco), ma dall’operato identico.
La camorra è storicamente attestata per la prima volta in relazione a gruppi di militari ispanici o comunque in forza al re di Spagna, posti di guarnigione a Napoli.
Persino le leggende riferiscono d’una origine ispanica di queste organizzazioni.
Una nota leggenda calabrese riporta la storia di tre cavalieri spagnoli, fuggiti dalla Spagna nel secolo XVII dopo aver vendicato l’onore di propria sorella uccidendo i colpevoli.
I loro nomi, chiaramente leggendari, erano Mastrosso, Carcagnosso ed Osso, e sarebbero stati i fondatori rispettivamente della camorra, della ‘ndrangheta e della mafia.
Il saggio “‘Nndrangheta dal’Unità ad oggi“, di Enzo Ciconte, a cura di Nicola Tranfaglia, si apre con una breve introduzione sulla nascita della mafia calabrese e le attribuisce proprio una provenienza spagnola, citando anche la leggenda suddetta.
Inoltre, le somiglianze fra le mafie “italiane” e la “Garduňa” spagnola sono molte e puntuali.
La “Garduňa” era un’organizzazione criminale dedita ad attività come estorsione, sequestro di persona, omicidio prezzolato e rapina, esistita in Spagna dal Quattrocento all’Ottocento circa. La sua attività fu spesso congiunta a quella dell’Inquisizione spagnola, che si serviva degli affiliati per far assassinare i nemici, i sospetti eretici, sequestrare i beni dei condannati ecc.
La “Garduňa”, in seguito ai legami con l’Inquisizione, sviluppò pertanto una struttura da associazione iniziatica o pseudo-iniziatica, che prevedeva una serie di riti d’ingresso con giuramento, richiami ai santi ed alla religione cattolica, gestualità precisa per riconoscersi in pubblico, forme “rituali” d’uccisione delle vittime ecc. La terminologia e le mansioni della camorra tradizionale (anteriore al 1911) rispecchiano puntualmente molte della mafia spagnola. Inoltre, la mafia siciliana ha, od almeno ha avuto, una struttura spiccatamente “iniziatica”, anch’essa molto affine a quella della Garduňa”.
Si noti che la Sicilia ha conosciuto, sotto il dominio degli Asburgo di Spagna, l’introduzione dell’inquisizione spagnola, che giunse ad avere 20.000 “collaboratori”, una cifra enorme in rapporto alla popolazione del periodo. Considerando che la “Garduňa” svolgeva ruolo di polizia segreta inquisitoriale, è facile supporre un legame fra un’Inquisizione tanto attiva e numerosa (abolita solo nel 1782) e la formazione della mafia siciliana per gemmazione da quella ispanica FORUM PTRIOTTISMO